El tratamiento kinesioterapeutico es indispensable y debe iniciarse desde el nacimiento. Durara hasta la finalización del crecimiento y exigirá una estrecha colaboración con el médico ortopedista que, a veces, tendrá que intervenir quirúrgicamente. Si este tratamiento es conducido de manera correcta, el niño podrá tener una vida social satisfactoria.
La kinesioterapia tendrá tres metas:
- Aumento de la amplitud del movimiento;
- Aumento de la fuerza muscular;
- Desarrollo psicomotor del niño.
Habrá que tener en cuenta, durante todo el transcurso del tratamiento, la fragilidad y la falta de elasticidad cutánea (contenciones y posturas).
- Desde el Nacimiento hasta las 6 Semanas
Tres veces por día;
- Movilización pasiva y comunicada de acuerdo a la edad:
Analítica de todas las articulaciones, en forma suave, progresiva, con alternancia de compresión y descompresión en la posición de congruencia, en amplitud máxima y con tomas que fijen bien las articulaciones no movilizadas.
(Antes de la movilización: masajes, baños y compresas calientes).
- Movilización activa; que tenga como finalidad:
- Hacer trabajar los músculos mas débiles,
- Crear imágenes motrices,
- Mantener activamente la reducción obtenida,
- Asegurar durante el crecimiento la osificación normal del esqueleto.
Excitaciones por diversos medios (cepillos de dientes, cosquillas, pellizcos) y utilizando los automatismos primarios.
Durante toda la reeducación habrá que armonizar el programa de reeducación activa con el nivel de evolución motriz.
- Corrección progresiva de las deformaciones: mediante posturas, yesos, férulas, tracción (cadera y rodilla), almohadones… estas correcciones deben ser frecuentemente renovadas según la amplitud articular ganada y realizadas alternadamente en flexión y extensión.
- Ejercicios respiratorios.
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